El Socas Canarias levantó, gracias a su ambición, un partido que parecía perdido cuando el Bruesa dominaba por once puntos (64-75) mediado el tercer cuarto y le dio indirectamente el título de campeón del Torneo Ciudad de La Laguna al Gran Canaria por mejor cociente de puntos.
El equipo tinerfeño tuvo en Donaldson y Detrick a sus dos grandes baluartes -cada uno contabilizó 16 puntos- y el segundo fue providencial cuando el electrónico indicaba un empate a 80 a diecinueve segundos para el final con un triple inverosímil. Hasta que eso sucediera, el Bruesa había hecho valer la superioridad que se le presuponía por plantilla y categoría. Andy Panko fue el más inspirado con 23 puntos, pero no encontró demasiados aliados, si acaso Bernard Hopkins.
Con la pareja estrella de la temporada pasada no bastó para que los de Pablo Laso le pusieran el lazo a un partido que de ganarlo habría supuesto llevarse el título a sus vitrinas. Y es que la fe mueve montañas, y de eso sabe mucho el Socas Canarias. Siempre a contracorriente aunque sin que la distancia fuera irrecuperable, el equipo lagunero no desistió nunca, ni siquiera cuando a cinco minutos para el final parecía sentenciado (66-75).
La presión de la grada, algo que ya sufrió en sus carnes el Bruesa en la LEB, y el último arreón canarista obraron la remontada, y con ella el título de rebote para el Gran Canaria.